Los tratamientos más habituales en el podólogo son aquellos que tratan de estudiar, diagnosticar y corregir las alteraciones de la pisada o de la anatomía de nuestros pies.
Nuestros pies son muy importantes para nuestra salud pues su estado puede afectar a otras partes de nuestro aparato locomotor, del muscular e incluso del nervioso. Por lo que debemos cuidarlos y mantenerlos sanos.
Para poder hacerlo adecuadamente la medicina cuenta con una especialidad propia para esta parte de nuestra anatomía: la podología.
Así pues, la podología es la rama de la medicina que estudia, diagnostica y trata las dolencias y alteraciones que presentan nuestros pies.
Los podólogos, para llevar a cabo su función, adquieren, entre otros, conocimientos de: anatomía, fisiología, farmacología, patofisiología e incluso de cirugía menor. Todos ellos les habilitan para intervenir adecuadamente en el cuerpo de cualquier persona con problemas localizados en esta parte de su organismo.
Tratamientos habituales cuando visitamos un podólogo
Los tratamientos de la podología son muy diferentes entre sí y se desarrollan en tres grandes ámbitos:
- la podología general (en la que se incluye cualquier alteración o problema de las personas en general, independientemente de su edad o de la actividad que desarrollan),
- la podología deportiva (que trata sobre las dolencias o peculiaridades de las extremidades de las personas que practican algún deporte)
- la podología infantil (aquella que tiene como objetivo el tratamiento de los pies de quienes se encuentran en pleno crecimiento).
Respecto a la población general hay que destacar que los tratamientos más habituales que realizan los podólogos son: las reconstrucciones de las uñas de los pies, la eliminación de papilomas (que suelen realizarse utilizando la tecnología láser), los tratamientos de las uñas encarnadas, la eliminación de callos y durezas (lo que se conoce con el nombre de quiropodia), las revisiones y cuidados de los denominados pies de diabéticos. También se realizan infiltraciones en los pies, intervenciones de cirugía y ecografías del pie, aunque son menos habituales que el resto de los tratamientos referidos.
Tratamientos habituales en podología deportiva
La podología deportiva es aquella rama de la medicina que estudia, diagnostica y trata los pies de las personas que practican deporte de manera habitual. Y es que el aparato locomotor de quienes practican cualquier tipo de actividad física (sobre todo aquellas que incluyen carrera y saltos) sufre un desgaste mayor al del resto de las personas.
En este sentido la podología centra su atención en la prevención de lesiones en la mejora del rendimiento de los deportistas.
Para alcanzar ambos objetivos los podólogos realizan los siguientes tratamientos:
- Estudio de la pisada
- Creación de plantillas
- Análisis de la carrera técnica y estudios biomecánicos de los deportistas.
Con todo ello, el podólogo pretende localizar alteraciones estructurales del aparato locomotor que pueden provocar lesiones musculares y articulares que, con el paso del tiempo y si no se tratan adecuadamente, se volverán crónicas.
Tratamientos habituales en podología infantil
Desde que se nace, el podólogo puede localizar posibles alteraciones en el funcionamiento de nuestras extremidades. Para ello, los profesionales de la podología estudian la especialidad de podología infantil.
Un ámbito menos conocido que otras intervenciones más generalizadas pero que son muy importantes para el desarrollo de los pequeños. Y es que, tal y como destacan los podólogos, la manera en la que se colocan las piernas es de vital importancia para la transmisión de las cargas que realiza el cuerpo, desde el tronco hasta el suelo. Un itinerario en el que también se incluyen las caderas, las rodillas y, por supuesto, los pies.
Así pues, por ejemplo, si la rodilla de un niño o niña no está alineada correctamente con el resto de su cuerpo, e incluso se encuentra desviada hacia dentro se sobrecarga esa zona al andar, lo que puede tener consecuencias patológicas provocadas por exceso de presión en esa zona. Si se trata a tiempo estas alteraciones pueden corregirse mejorando la calidad de vida futura de nuestros descendientes.
En este ámbito, los tratamientos más habituales son: el tratamiento del pie plano infantil, las marchas en adducción y en abducción, las rodillas en “X” (lo que se conoce con el nombre de genu valgo), para niños con rodillas en paréntesis o piernas “de vaquero” o para quienes caminan de puntillas.
Así pues, el profesional de la podología y sus tratamientos son importantes, no solo por su componente estético en nuestra anatomía, sino que repercute en nuestra calidad de vida presente y, sobre todo, la futura.